Lujo, pasión o muerte: ¿Vale la pena Catar 2022?
No hay un solo fanático en
el mundo que cuando le dicen fútbol y fiesta venga automáticamente a su cabeza
la palabra MUNDIAL, pues si, este magno evento se roba todas las mirados de los
seguidores del deporte más popular en el
universo. Como todos saben la próxima cita será en Catar 2022, el país más rico
del mundo, y si, que expectativa sostiene los asiáticos, sin embargo ¿cuantas
realidades hay tras el anhelado show? Lujos, dinero, infraestructura es poco
para lo que promete; pero muerte, sacrifico y semiesclavitud no venían en el
contrato o sí?
Vamos a empezar con pie derecho, con la primera
cara de la moneda para entrar en contexto y agarrar hilo, Catar es un país
ubicado al Oeste de Asia y considerado el país más rico del mundo gracias al
petróleo y gas que producen, adicionalmente
cuentan con una infraestructura que parece del futuro y desde un inicio sonaba
con la sede en ensueño para albergar a miles de fanáticos en la vigésima
segunda edición del mundial. Sería la segunda que se realiza en el continente
asiático (La primera fue Corea- Japón 2002) y como no, buscan dar el golpe
sobre la mesa.
Qatar (Denominación que
otorgo la ONU) no cuenta con un alto
nivel deportivo o especialmente en fútbol, más allá de que este es el deporte número
uno en el país, es poco lo que ha trascendido el equipo catarí, quien nunca ha
participado en algún mundial. Por su parte la Qatar Stars League, es la liga de
la primera división, donde participan 14 equipos jugando 26 jornadas en formato
de ida y vuelva, al final de la temporada según la tabla acumulada el primero
es Campeón y el último desciende a la Qatargas League, la cual es la Liga de la
segunda división a partir de allí no hay más categorías. Siendo el Al-Saad el
equipo con más títulos sumando 14 en total, desde 1963 en la primera edición. Poco
el volumen competitivo el que presenta dicho anfitrión.
Perfecto, ya entramos en
ritmo, quería rápidamente hacer una breve retrospección de lo que fue y es el
futbol catarí para poder hablar de lo que se viene. En diciembre del 2010 la FIFA
(Federación Internacional de Fútbol
Asociado) anunció a Catar como al sede oficial para el mundial 2022, superado
las excesivas ofertas realizadas por Estados Unidos, Corea del Sur, Japón y Australia,
pronto comenzaron a llegar rumores de posibles fraude en la elección y hasta se
le acusó al país Árabe de ofrecer 800 millones de dólares “bajo la mesa” para
poder ser elegidos, sin nada totalmente confirmado los aspirante recibieron el
sí definitivo e iniciaron sus planes de diseñe y construcción.
Ahora, llegamos a los que
nos acontece, el país más rico del mundo ofrece para este mundial ocho sedes
para disputarlo, lujosas e inigualables infraestructuras que para muchos solo
en las películas del futuro habrían visto algo similar, además contarían con un
sistema de transporte rápido, seguro y sobre todo MUY ECONÓMICO para los
turistas que se dirijan a disfrutar del certamen, una estación de metro
considerada casi que de fantasía y como si fuera poco sedes de alojamiento
ostentosas dentro y fuera de los estadios, si, como oyeron dentro, pues al
menos la sede para la final tendría habitaciones
de hotel en su interior.
Los
estadio Internacional Khalifa., Al-Bayt., Al-Janoub., Education City,
Al-Rayyan, Al-Thumama, Ras Abu Aboud, Icónico de Lusail. Entre sus
innovaciones se habla de que tendrán sistemas de climatización altamente
calificados y muy modernos, además de contar con paneles solares para generar no solo la luz de
cada uno sino de ellos muchas otras
edificaciones de sus alrededores, así mismo contaran con sistemas para
reciclaje de agua, energía y más, como si fuera poco son diseños únicos como de
ficción, cada uno inspirado en algún elemento cultural de país, siendo varios
de ellos plegables para que una vez finalizado el certamen reduzcan su
capacidad innecesaria y sean donados a países en desarrollo para sus
estructuras deportivas.
Sin embargo muchos se
quejaran de las altas temperaturas del país asiático, sobre todo por quedar
ubicado en desierto y como consecuencia esto podría incapacitar el nivel
competitivo de las selecciones. Pero esto fue problema para la FIFA quienes permitieron
cambiar las acostumbras fechas de realización en verano (Junio-Julio) y dar una
oportunidad al “Invierno” para así realizarlo en diciembre donde las
temperaturas son más bajas y las condiciones más acordes.
Muy bien, cuando ya se habló
de lo innovador, lujoso y espectacular de esta fiesta de fútbol, es momento de
conocer la otra cara de la moneda, lo que ocurre cuando tras escena, bajo telón,
mejor dicho, cuando las luces se apagan. Es evidente que tras este proyecto hay
miles de personas: Ingenieros, Arquitectos, Diseñadores, Licenciados,
Empresarios, Inversionistas y muchos más, además están un gran número de
personas mayor al que podrían ser los anteriores quienes se encargan de
materializar cada detalle, así es, los constructores, la mano obrera, los
verdaderos dueños del espectáculo pero ¿son realmente los dueños del
espectáculo?
Espera, no te vayas, ya casi
terminamos este recorrido, enterarte un poquito más, continua… sé que vale la
pena.
Ustedes pensaran que estos
miles de trabajadores recibirán un salario muy alto, sobre todo porque trabajan
para el país más rico del mundo (si, es necesario repetirlo tantas veces) y
para uno de los eventos más famosos y presenciados del mundo. Pero la realidad
es otra, la mayoría de los obreros son inmigrantes nepalíes, quienes bajo
precarias condiciones en su país decidieron dar el sí a una propuesta de “ensueño”,
la cual sería construir las sedes para el mundial con sueldos dignos y calidad
de vida durante su estadía en el proceso, esto les permitiría mantener a sus
familias tras una difícil situación económica.
No obstante, la verdad ha
sido otra, es importante destacar que el gobierno catarí tiene un sistema que
retiene los documentos legales de los migrantes al entrar al país (Pasaporte,
entre otros) y solo ellos deciden el momento de entregarlos para que puedan
salir, es decir, de una u otra manera privan de libertad a todo aquel que llega
como migrante, especialmente estos trabajadores, quienes tampoco pueden dejar
su trabajo sin el consentimientos de su empleador y este a su vez estipula los
contratos a su conveniencia. Así mismo, el voluptuoso sueldo no fue más que una
oferta “barata” pues la mayoría de ellos cobra mucho menos de lo prometido, lo
cual no le alcanza para vivir sino para sobrevivir, alrededor de 200 dólares
mensuales, trabajando más de 12 horas diarias los siete días de la semana, si esto
no es esclavitud moderna entonces no sé que es.
Y si aún no lo creen,
hablemos de cómo viven estos hombres, quienes se albergan en unos campos a las
afueras de la ciudad, quienes comparten habitaciones, hasta 12 hombres en un
solo cuarto, con un solo baño. Además tantas personas en un solo ligar, les
obliga a compartir cocina y demás áreas comunes, como consecuencia se tiene una
muy mala alimentación, ya que la demanda es mucha y generalmente se alimentan
de comida descompuesta convirtiéndolos en seres vulnerables a cualquier
enfermedad por falta de higiene.
El problema llego a su
cúspide, cuando se registraron muertes de empleados en su trabajo por las
largas jornadas labores y sus precarias condiciones de vida. Los que han podido
desistir y salir bajo vía legal, aseguran que nunca más volverían a catar, que
si van a morir prefieren hacerlo en Nepal. Esto ha hecho que numerosas
asociaciones quienes velan por los derechos humanos, consideren este un sistema
de semiesclavitud.
Finalmente hemos conocido un
poco de aquello que en pantalla no se ve, de lo bueno y no tan bueno. No diría
de lo impresionante, cada versión tiene lo suyo. Ahora, tu como seguidor de fútbol
o yo ¿Cómo debemos ver la realización de este mundial? O de los mundiales. Cuantas historias albergan
estos eventos y solo nos quedamos con lo externo, con aquellos que disfrutamos.
A veces, la vibrante pasión de una cancha nos hace olvidar todo eso que hay
detrás y sin duda deberíamos cuestionarnos si aún viven aquellos principios que
inspiraron Uruguay 1930, como dijo Kaltham Al Ghanim, profesor de
sociología en catar “Nos hemos vuelto urbanos” pero ¿Quiénes? ¿Catar o el
mundo entero? En este punto, no sé si veo las cosas igual.
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